Psicóloga. Moaña, Cangas y Bueu. Especialista en ansiedad y autoestima. TERAPIA PRESENCIAL Y ONLINE
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Psicóloga. Moaña, Cangas y Bueu. Especialista en ansiedad y autoestima. TERAPIA PRESENCIAL Y ONLINE
La hipnosis terapéutica tiene muchos beneficios y cualquier persona puede experimentar este estado de trance.
Es un estado natural del organismo que se produce ya en situaciones de la vida diaria cuando estamos haciendo alguna actividad que absorbe toda nuestra atención y no nos damos cuenta del paso del tiempo.
Un ejemplo es cuando conducimos y vamos pensando en algo tan absortos que nos olvidamos de que estamos conduciendo.
La hipnosis clásica empezó en Francia en el siglo XVIII, pero ya en el 1500 a.c en el Antiguo Egipto ya se utilizaban métodos hipnóticos parecidos.
Más adelante el Dr. Milton Erickson revolucionó el método de la hipnosis. El hipnólogo dejaría de ser el protagonista para ceder todo el poder y protagonismo al cliente. En él es donde estaba la información relevante que Erickson utilizaba para se produjeran los cambios.
La hipnosis Ericksoniana es flexible y personalizada. También se la llama naturalista.
La hipnosis se utiliza en muchos procesos psicológicos y terapias.
Es una herramienta con la que la eficacia de las terapias se incrementa en gran medida y los beneficios se mantienen a largo plazo con una probabilidad mucho mayor.
La razón es bastante simple: los cambios se producen en el subconsciente, y es ahí dónde está la raíz de los problemas o síntomas y también donde se encuentran los recursos para solucionarlos.
Durante el trance se tiene una intensa creatividad y más capacidad de aprendizaje.
Por todo esto con hipnosis es mucho más fácil cambiar patrones o hábitos que no son sanos ya que el trabajo se produce desde la raíz, mientras nuestra mente consciente deja de estar alerta y por tanto bloqueando cualquier cambio.
Al contrario de lo que se pueda pensar, la hipnosis sólo es posible si el cliente permite que suceda, y no se pierde la conciencia ni el control. Simplemente se permite que el consciente se relaje, pudiendo salir de ese estado en cualquier momento y siempre que se quiera.
Según los expertos entre 90% y 95% de nuestros comportamientos los dirige nuestro subconsciente. Y es que tenemos unos programas, que están grabados a fuego en esa parte de nuestro cerebro. No es que naciésemos con ellos, sino que desde que nacemos e incluso antes, y hasta los 7 años aproximadamente, vamos adquiriéndolos a través de cada experiencia, de lo que vemos ,oímos, es decir, de todo lo que percibimos.
Estos programas que están ahí para guiarnos y hacernos la vida más fácil. Sin ellos tendríamos que pensar cada movimiento o acto que hiciésemos, seríamos disfuncionales.
El problema es que a veces estos programas resultan poco saludables, aunque la intención del organismo siempre es buscar el beneficio.
El bienestar emocional y físico lo vamos a conseguir a medida que consciente y subconsciente vayan en la misma línea,se encuentren, tengan la misma meta y estén de acuerdo en cómo lograrla.
Un ejemplo de cambio de hábitos con ayuda de la hipnosis es dejar de fumar.
Al acceder al subconsciente de la persona se pueden hacer llegar sugestiones para que sea su propio cuerpo el que rechace el tabaco para siempre, y que busque sustituir ese hábito por uno más saludable.
No se siente la falta de la nicotina, ni ansiedad y la probabilidad de éxito es de un 85% a largo plazo.
Y se crea una sensación de relajación asociada al abandono del hábito de fumar. Por eso cada vez más personas utilizan la hipnosis para este fin.
La hipnosis como herramienta se utiliza también para el control del dolor, la fibromialgia etc. Para la ansiedad, mejorar las funciones del sistema inmunológico, tratar fobias y miedos o para adelgazar de forma saludable y sin dietas.
Escríbeme para contarme tus necesidades y te contestaré lo antes posible.
El trabajo que hace Rosana me parece de lo más completo. Me agrada el trato familiar con el que trabaja, lo cercana que es y lo bien que hace sentirme con ella. Nunca me había sentido tan cómoda yendo al psicólogo.
En cuánto a mi experiencia, me ha ayudado muchísimo a superar mis problemas, puedo reconocer que si no fuese por ella el camino sería más complicado. Pero sobre todo me ha ayudado a poder encontrarme de nuevo.
Se podría decir que fué mi salvación y también mi referente. Le estaré eternamente agradecida por el cariño que tiene al trabajar y por lo bien que me hizo sentir siempre.
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